Templarios en América

Templarios en América

Documental «Templarios en América»

Título: Templarios en América
Director: 
Augusto Tejada
Productora: Canal Historia
Duración: 90 min
Año: 2011

Que Cristóbal Colón no fue el descubridor de nada del llamado Nuevo Mundo es algo que ya deberíamos tener todos claro. Para aquellos que andan despistados este documental, basado entre otros en los estudios de varios investigadores que aparecen en el mismo, a parte de mencionar las llegadas de los chinos y de los vikingos mucho antes que el genovés (si es que fue genovés), se centra en los Templarios, principalmente, y en los nazis y en los motivos por los que ambos «grupos» podrían haber viajado hasta Las Américas, motivos cuyo objeto de deseo no habría sido otro que el Santo Grial.

Empezamos con los vikingos, cuyas rutas habrían servido a los Templarios para llegar al continente americano. Éstos llegaron a América entre el 982 y el 986 comandados por el islandés Erik el Rojo. Alrededor del año 1000, su hijo Leif Eriksson, llega al continente y establece colonias en la actual Canadá y en el norte de EEUU pero también habrían hecho incursiones hacia el centro y sur del continente.

Como evidencias de esto tendríamos:

– El mapa donde aparece de Vinlandia, un mapa mundi vikingo del siglo XIII en el que se ve una masa de tierra en el Atlántico llamada Vinlandia, que se asocia con el continente americano, y en el que ya se menciona que fue visitada en el siglo XI por exploradores escandinavos.

– Su supuesto imperio en Tiahuanaco, Perú, donde la casta dominante serían los vikingos hasta el 1250, año en que serían vencidos por los araucanos o mapuches.

– En la montaña de Guerrero, en Chilapa de Álvarez, México, se encontraron huellas de pie humano impresas en las rocas, todas apuntando hacia el norte, prácticas habituales de los vikingos que las usaban para señalizar sus rutas, marcas que también usarían los Templarios posteriormente. Según los investigadores que aparecen en el documental, habría señales de este tipo por todo Latinoamérica y la más conocida tiene el nombre de «El pie del caballero».

– En Paraguay el ejército encontró en el Cerro Guazú, en la cordillera del Amambay, lo que podría ser la entrada a un túnel que sería una tumba o cementerio vikingo con infinidad de inscripciones rúnicas, la escritura vikinga.

– El asombroso parecido de la mitología guaraní con la vikinga y que varios de estos pueblos sudamericanos son diferentes al resto de la zona: son barbudos, rubios y tienen otras características físicas que los hacen diferentes de los malasio-polinesios.

– Las piedras con runas encontradas a los márgenes del río Chubut.

Ahora pasamos a los Templarios, tema principal del documental.

Mapa de Vinlandia

Parte de un supuesto mapa de Vinlandia del siglos XV. Ésta aparece en la parte superior izquierda de la imagen

Orden militar internacional fundada en 1118/1120, los 9 caballeros franceses que la iniciaron se hacían llamar en su origen Los Pobres Caballeros de Cristo y del Santo Sepulcro de Jerusalén y su supuesto objetivo era el de proteger de los asaltantes a los peregrinos que realizaban el viaje a Tierra Santa. Cuando llegaron a Jerusalén el rey Balduino I les dio un lugar en las caballerizas del templo del Rey Salomón donde permanecieron 15 años (ó 7 ó 9, según donde se informe uno) en vez de proteger a los peregrinos como se suponía que iban hacer. De aquí vino el nuevo nombre que adquirieron, Los Templarios o Caballeros del Temple.

Después de salir del templo, y en cuestión de muy poco tiempo, acumularon muchas riquezas y crearon la primera banca, además de empezar a introducir monedas en la economía europea. En las rutas y caminos principales, que controlaban, y gracias a un concilio ecuménico que les daba el poder de aceptar dinero, prestaban un servicio según el cual los peregrinos les dejaban el dinero que llevaran encima para evitar que les pudieran robar durante el trayecto. Los templarios lo guardaban y a cambio les daban a los viajeros una orden de pago o letra de cambio, un papel que podrían canjear al final del trayecto por el importe que habían prestado al inicio de la ruta. Eso sí, este servicio se cobraba elevados intereses, como no podía ser de otro modo, y esta fue una de las vías por las que los Templarios engrosaban su arcas.

A lo largo de los casi 2 siglos de existencia de la orden los templarios se dedicaron, entre otras cosas, a realizar grandes construcciones; ayudados por los masones (albañiles), que pertenecían a la orden templaria, construyeron catedrales góticas a lo largo y ancho de Europa y todas ellas repletas de símbolos ocultistas y/o cabalistas sólo descifrables por los adeptos o iniciados. Incluso en las catedrales quedan muestras de que los Templarios conocían el Nuevo Mundo: en la iglesia de Vézelay, por ejemplo, se encuentran representaciones de indios americanos, con las orejas deformadas por los “pendientes” que solían colocarse los incas.

Tanta riqueza y poder, y conseguida en tan poco tiempo, generó intriga y sospechas en cuanto al origen de tanta “prosperidad”, además de envidias y enemigos, ya que incluso los reyes quedaban endeudados con la orden debido al alto interés de los préstamos que éstos realizaban a aquellos; los Templarios poseían más riquezas que cualquier estado europeo de aquel entonces.

Sobre el motivo u origen de las riquezas de los Templarios es bastante popular la creencia de que lo que encontraron durante su estancia en el templo de Jerusalén, tiempo en el que habrían realizado excavaciones y descubrimientos (quizás ya sabían que había algo que encontrar), fue el Santo Grial, o quizás algún otro tesoro (¿el Arca de la Alianza?).

Felipe IV, el Hermoso, rey de Francia, era uno de los que envidiaba las riquezas y posesiones de los Templarios así que junto al papa Clemente V conspiró contra la orden dando como resultado lo que se acabó conociendo como La Noche Triste, el viernes 13 (de ahí viene la superstición con ese día y número) de octubre de 1307 en la que, de manera más que preparada y coordinada, y con el pretexto –excusa fantasma- de pactos demoníacos, prácticas herejes y sodomía, los templarios de toda Europa fueron arrestados, incluidos el gran maestre de la orden, Jacques de Molay, y 49 venerables maestros.

Cruz templaria en las carabelas de Colón

Colón y las cruces templarias en las velas de sus carabelas

Fueron apresados, torturados y encarcelados, se les realizó un juicio de inquisición con las acusaciones mencionadas antes y muchos acabaron yendo a la hoguera pública. Se cuenta que el gran maestre de la orden, mientras le devoraban las llamas maldijo al rey y al papa anunciándoles que antes de un año habrían muerto; el papa murió 3 meses después y el rey 10 meses después, con lo que éste no pudo disfrutar mucho de todas las riquezas que había incautado y, además, se cumplió la maldición del maestre templario.

De todos modos también se explica que en realidad cuando accedieron a las arcas de los Templarios las encontraron casi vacías, lo que se debería a que los Templarios habrían sido avisados por sus «servicios de inteligencia» y algunos de ellos habrían huido antes de la cacería con los tesoros más importantes para ponerlos a salvo.

Los Templarios disponían del puerto militar de La Rochelle, a las orillas del Atlántico en el norte de Francia, fuertemente custodiado, al que se podía llegar por 7 caminos distintos y al que sólo los templarios podían acceder. Es el puerto que habrían usado no sólo para escapar hacia el Nuevo Mundo con sus tesoros (y el Grial) sino que desde su creación lo habían utilizado como salida para viajar de manera regular a dicho continente, cargarse de plata y oro y viajar de vuelta a Europa.

Antes de continuar con los templarios en el Nuevo Mundo hagamos una pausa para hablar del Grial.

La palabra Grial se hace famosa a partir de 1190 cuando el poeta y escritor francés Chrétien de Troyes hace una obra de teatro de nombre Perceval o Le Conte du Graal en la que se dice que en un grial se encuentran las ostias consagradas de Cristo. Sería donde José de Arimatea, dueño del lugar donde se realizó la última cena de Jesucristo con sus discípulos y propietario del sepulcro en el cual fue depositado el cuerpo del nazareno (era familiar de éste), usaría para recoger la sangre de Jesucristo en el momento de la crucifixión, y se cree que la habría llevado a algún lugar indeterminado de la entonces Britania.

Posteriormente Robert de Boron, inglés, publica en el siglo XII su obra José de Arimatea y la historia del grial donde habla del Santo Grial (ya no Grial a secas), al explicar que Jesús resucitado le da el Grial a José para que lo lleve a Britania y construya la primera iglesia cristiana en Glastonbury, donde además debería crear una dinastía de guardianes guerreros para mantener el Grial a salvo, dinastía que habría acabado siendo la Orden de los Templarios.

El que se haya mencionado a Colón al principio no es en vano. No sólo es improbable que no supiera donde iba en 1492 sino que además las velas blancas de sus 3 carabelas llevaban la cruz roja templaria de 8 puntas. Por un lado el navegante se había casado con la hija del gran maestre templario de Portugal (allí se llamaba la Orden de Cristo), lo cual le habría dado acceso a la biblioteca de éste donde pudo consultar los mapas acumulados o creados por la orden en la que se encontrarían las rutas correctas para llegar a buen puerto, al otro lado del Atlántico.

Vista del cerro de Uritorco

Vista del famoso cerro de Uritorco, en Córdoba, Argentina

Por otra parte cuando Colón y su tripulación, que habían zarpado desde el puerto de Palos de la Frontera, en España, llegó a la isla de Guanahani, en las Bahamas, se extrañaron de que no fueran recibidos con sorpresa o animadversión por parte de los nativos sino que parecía que incluso se les esperaba, lo cual no es de extrañar: en la península de Yucatán se encontraron con una leyenda que narraba la llegada de hombres blancos con grandes barcos y en las comunidades indígenas existen referencias a gente blanca, previas a la llegada de Colón, que les habían enseñado el concepto de la cruz, con lo que llevar las cruces templarias en las velas podría ser una señal de reconocimiento para los pobladores nativos, que desde lejos podían ver el tan preciado símbolo que les indicaba que quien llegaba era “amigo” y por lo tanto venía en son de paz (aunque a partir de entonces en el continente habría de todo menos paz).

Dicho esto, y ahora que ya sabemos qué sería el grial (sobre esto hay muchas discusiones pero no tienen entrada en este documental) y la relación Colón-templarios, seguimos con estos últimos, que el 11 octubre de 1307 habrían partido desde el puerto/fuerte La Rochelle hacia Glastonbury, donde habrían cargado más reliquias templarias y seguido hacia Cabo Verde, en África. De allí habrían ido a Venezuela, luego hasta la entrada al río de la Plata y desde allí al Golfo de San Matías, en todo momento siguiendo las corrientes marítimas, algunas de las cuales habría seguido Colón en su supuesto viaje a las Indias. A esta ruta la llamaban La Ruta de la Plata.

Así pues los templarios, para huir y poner a salvaguarda sus tesoros, habrían seguido la misma ruta que durante los años que existieron como orden habían utilizado secretamente, y con fines comerciales, para llevar al viejo continente la plata y el oro (incluso el mercurio) que extraían de las minas de México, Perú y Bolivia; esto tiene su sentido ya que la plata escaseaba en Europa y sin embargo los templarios acuñaban monedas con este metal.

En el caso de la plata proveniente de America ésta se fundía en Paraguay, se le daba forma de lingotes y era embarcada en el puerto de Santa Catarina en Brasil, algo que se sustenta, entre otras cosas, por el hecho de que se encontraron moldes de terracota -barro cocido- con las mismas dimensiones que los lingotes de plata que los templarios se llevarían como lastres en sus barcos hacia Europa.

Volviendo al Grial, añadir que aunque no hay fuentes reales que indiquen el traslado de éste a America, las pocas referencias a dicho traslado lo ubican en Argentina.

Bastón de mando y Guillermo Alfredo Terrera

A la izda. el bastón de mando y a la dcha. Guillermo Alfredo Terrera, quien tuvo en su poder hasta que murió el bastón de mando que encontró su maestro esotérico Orfelio Ulises

Muchos consideran a los jesuitas descendientes de los templarios ya que ambas órdenes eran muy similares (aún estando dentro de la iglesia tenían una serie de atribuciones especiales como terrenos/inmuebles y riquezas obtenidas en muy poco tiempo, sobretodo de América). Como apoyo a esta idea se explica que en el libro Typus Mundi, libro de alquimia que va explicando los distintos pecados y editado en 1627 por los propios jesuitas, se establece una relación entre ambas órdenes.

La Compañía de Jesús, los jesuitas, fue fundada por el vasco Ignacio de Loyola en 1540 y siguió el esquema de los templarios, se realizaron expediciones, excavaciones y tenían gran dominio sobre la metalurgia, dominio que habrían heredado de los conocimientos de los templarios.

Con respecto a la metalurgia, se explica que los jesuitas encontraron un supuesto meteorito en Chile, en una de sus propiedades, conocido como VEAS-01, que habrían trabajado usando las técnicas aprendidas de los templarios o bien de los jesuitas alemanes. Este meteorito, básicamente compuesto de metales, habría servido como base para realizar el Cáliz de Calera, cáliz que se tardó la friolera de 19 años en finalizar y el motivo para tanta tardanza habrían sido una serie de mensajes ocultistas inscritos en él que indicarían la ubicación de la Ciudad de los Césares. Este cáliz acabó desapareciendo.

La Ciudad de los Césares (o ciudades, no se sabe bien y hay varias candidatas), también conocida como Ciudad Errante, Lin Lin o Elelín, que también fue buscada por los jesuitas al sur de Argentina y Chile, era según una leyenda, cuyo origen con 4 historias independientes, una mítica y mágica ciudad, repleta de riquezas, principalmente oro y plata, en la que se encontraría el Santo Grial y donde los templarios habrían encontrado su refugio. Estas ciudades estarían localizadas entre las latitudes 41º sur y 43º sur, ubicadas cerca de la cordillera andina en Argentina y Chile y estarían comunicadas por cuevas y túneles subterráneos.

Una de estas zonas donde podría haberse localizado una de estas ciudades sería en Córdoba, Argentina, en lo que se conoce como el Cerro de Uritorco (lugar que ha de sonar muy mucho a todo aquel seguidor del tema OVNI), lleno de misterio, apariciones de luces sin explicación, anomalías magnéticas y que es conocido desde tiempos inmemoriales como un centro religioso, donde los templarios habrían dejado algunas huellas de su presencia.

Según una interpretación del mito del caballero Parsifal, éste habría ocultado el bastón de mando en el Cerro de Uritorco. Tiempo después, en el 1934, Orfelio Ulises, un indígena de la zona que estuvo previamente en el Tibet, donde se le informó de la ubicación de dicho bastón, lo encontró y posteriormente se lo legó a su discípulo Guillermo Alfredo Terrera hasta que éste murió en 1988.

Parsifal, cuya vida fue dada a conocer en una obra del trovador alemán Wolfram von Eschenbach, sería un caballero templario que junto con el bastón de mando, conocido también como “La piedra de la sabiduría”, “Simihuinqui” o “La lanza que habla”, tendría la misión de salvaguardar el Santo Grial y la cruz de los Templarios, cosa que habría hecho al llegar a un lugar extraño donde depositó estas reliquias. El lugar podría haber sido el Cerro de Uritorco, apoyado por las pistas dejadas por el poema el Alto Libro del Grial (El Perlesvaus o Li Hauz Livres du Graal) que apuntan a Argentum (¿Argentina?). Como curiosidad mencionar que esta obra fue la que sirvió a Richard Wagner para su ópera Parsifal que tanto gustaba escuchar e inspiraba a Hitler.

La cuestión es que no se sabe a ciencia cierta si Parsifal era una persona, un grupo de personas o un cargo dentro de la orden.

Representación de la Ciudad de los Césares

Esta podría ser la representación de la Ciudad de los Césares o de cualquier otra ciudad mítica y legendaria (imagen de ZackF en DeviantArt)

Si no te has perdido todavía (lo cual es digno de alabar) recordarás que unos párrafos más arriba hemos mencionado que los Templarios tendrían como punto de destino, una vez llegados al continente americano, el golfo de San Matías, en la Provincia de Río Negro. Aquí se encuentra lo que se conoce como El Fuerte, una meseta elevada al lado de la playa cuyo muelle, a menor altura, tiene formas que no parecen naturales sino hechas por el hombre y que hace mucho tiempo estaba completamente rodeada de agua, con lo que parecería una isla-fortaleza. Ya en 1840, cuando se pidió a un cartógrafo que realizara un mapa completo de Argentina se señaló como lugar donde había habido un antiguo fuerte (Ancien Fort abandoné, antiguo fuerte abandonado); este sería de hecho el primer enclave de los Templarios en América. En este lugar, además, se encontraron varios bajo y sobrerrelieves de cruces templarias y otras imágenes esotéricas.

Desde aquí habrían seguido el curso del río Chubut, llevando sus tesoros a algún lugar clave.

A algo más de 200 km. se encuentra el cementerio galés (de Gales, Gran Bretaña) Moriah, en Trelew, con unas 50 tumbas y en donde una de ellas, la más antigua de todas, tiene una figura de una serpiente entrelazada, que es un mantra del trabajo alquímico. Este mismo símbolo (existen diferentes versiones) se encuentra en las iglesias templarias del sur de Francia y se llama crismón, un símbolo de Cristo usado por los templarios. Además de esto en el cementerio hay otros símbolos “curiosos” como obeliscos o cruces templarias.

Muchos se pregunta se preguntaban como habían hecho los templarios para cruzar tan rápido los más de 1400 km. que separan El Fuerte de Uritorco. En el documental se sugiere que bajo el suelo, ya que hay agujeros en la roca de la zona de El Fuerte y en otras zonas más adentradas donde sale aire y se aspira aire (cambiando a intervalos de 36 horas), en los que se ha medido que dicho aire sale a 5º de temperatura y con una humedad del 85%, cosa que sólo puede suceder si hay corrientes marítimas debajo y que corresponden con la subida y bajada de la marea del Atlántico en esa zona. Serían pues túneles, o un inmenso túnel subterráneo, que irían del Atlántico al Pacífico y que también habrían podido ser usados por los nazis en sus expediciones.

Glifos y crismón de Telsen

A la izda. los glifos de Telsen vistos desde el aire y a la dcha. el crismón de una tumba del cementerio de Moriah

Luego en la provincia de Chubut también se encuentra la pequeña localidad de Telsen, que podría ser la última región del Grial. Telsen quiere decir “el lugar de los ancestros” y la ciudad es conocida por los glifos gigantes, dibujos formados por una gran cadena de piedras que se ven desde el aire, con supuestas formas de templarios con espadas, que luego fueron cubiertos con árboles para que no hubiera excavaciones en la zona.

Se dice también que en Telsen podría encontrarse la Ciudad de los Césares, cuyo nombre se sugiere que podría venir o bien del que la descubriera, un conquistador de nombre Francisco César, o bien porque es tal la belleza y riqueza de esa ciudad que se asocia con el imperio romano de César. La Ciudad de los Césares estaría conectada con El Fuerte y con Telsen, zona por donde pasaba la 4ª ruta de la plata, ruta (rutas) que estaba protegida por tribus blancas afines a los templarios, afirmaciones que los habitantes de la zona ni confirman ni desmienten, evitando hablar del tema probablemente para librarse de una legión de investigadores y curiosos que perturben la tranquilidad del lugar.

También en Telsen creen los investigadores que se encuentra en la roca lo que ellos llaman la puerta de piedra o la puerta de Telsen, que sería el acceso a una cueva cuya entrada está sellada y que podría ser, también, la morada del Santo Grial, aunque de momento ni se ha confirmado si se trata de verdad de una puerta ni se ha intentado abrir.

Ya para acabar quedaría por mencionar el interés de los nazis en Sudamérica y más concretamente en Argentina. Es bien sabido que después de la 2ª Guerra Mundial submarinos nazis llegaron a Argentina con destino final (para lo/s que venían en ellos) Córdoba, en centro del país, y la Patagonia, en el sur, y que además fueron bien recibidos. Seguramente estos parajes poco poblados y montañosos les ofrecían la posibilidad de pasar desapercibidos a los que perdieron la guerra después de haber cometido tantas barbaries.

Durante la guerra los nazis buscaban el elemento diferenciador del resto de estados europeos, cosa que se veía empujada por los intereses ocultistas tanto de Hitler como de Himmler y otros altos mandos del partido nazi. Para ellos el Grial era la clave para una nueva humanidad, SU nueva humanidad, que les daría el poder que necesitaban, aunque no sólo buscaban el Grial; hacían lo propio con la lanza de Longino (la que se clavó en el cuerpo de Jesucristo estando en la cruz), el Arca de la Alianza o el bastón de mando de Parsifal, y todas ellas las buscaron no sólo en el Tibet o en el sur de Francia sino también en Argentina y otros países del continente americano en su intento por demostrar de la superioridad de la raza aria y dominar el mundo.

Así pues, y a modo de resumen, varios investigadores no sólo creen que el Santo Grial existió y existe sino que es probable que se encuentre en América, más concretamente en Argentina, llevado de la mano de los Templarios en su huida de Europa, muchos años antes que Colón pisase suelo americano y algunos de los indicios o pruebas que les han hecho llegar a estas conclusiones son los presentados en el documental.

Los Templarios y el Santo Grial

¿Encontraron los Templarios el Santo Grial? ¿Dónde lo ocultaron?

Lo que sí está claro es que, como dice uno de los historiadores entrevistados, hay 3 ó 4 santuarios en el mundo donde se promete y jura que se está en posesión del verdadero Grial, con lo que es probable que ninguno de ellos sea el de verdad, el original, si es que aún existe o alguna vez existió…

Sobra decir que aunque algunas de estas teorías puedan parecerte descabelladas, en el documental, cuya investigación duró 6 meses, no sólo se muestra un lado de la moneda, el de los investigadores que llegaron a estas conclusiones, sino también la opinión de físicos, geólogos e historiadores que en algunos de los casos confirman y en otros “no están muy de acuerdo” con las teorías vertidas.

Publicado el 12/06/2012 en Docus. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

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